Al fin hemos llegado al final de la temporada. De esta temporada llena de errores y equivocaciones que nos han conducido a una situación lamentable, llena de frustración y, sobretodo, a un final de ciclo de consecuencias inimaginables.
Muchos habrán sido los culpables de esta derrota de tal magnitud. Para algunos los culpables serán los entornos, para otros las direcciones, para no muchos menos los organizadores y los responsables, para otros más los actores/jugadores del territorio… En fin, infinidad de responsables de lo sucedido hasta la fecha.
Han sido años de desidia, de dejación de responsabilidades, de falta de trabajo en equipo, de falta de criterio a la hora de tomar decisiones, de dar bandazos en función del terreno en el que se desarrollaba la partida, de irresponsabilidades, de dejar solos a aquellos que si que estaban funcionando, de montar-nos un entorno muy alejado de la realidad, de buscar constantemente enemigos dentro y fuera de casa… y así podríamos seguir con una larga lista que ha significado el fin de un ciclo, el fin de un proyecto.
Y ahora llega el momento de hacer balance y de planificar el futuro. Y lejos de vislumbrar un nuevo proyecto con el que ilusionarse, de momento se vislumbra más de lo mismo. Los responsables técnicos de diseñar el futuro nos intentan vender humo sobre quien o quienes deben dirigir el nuevo proyecto. Nombres que ya nos suenan, que hasta la fecha no han aportado nada o que nos han llevado hasta esta situación. Y por el contrario se descartan otros, por activa o pasiva, que podrían generar ciertas ilusiones.
Pero lejos de desmotivar-nos y de acabar rompiendo el carné, quizás todavía podamos ver luces de futuro en la cantera. Quizás si se les deja trabajar podamos recuperar algo de aquel proyecto que en su día estuvo arriba y que maravillaba y encandilaba a todos con su propuesta y su manera de hacer. Quizás… la esperanza es lo último que se pierde.
Ah!, y por cierto, los mismos argumentos sirven también para el Barça.
1 comentari:
Qué se puede decir de este equipo que no se haya dicho ya... Después de varias temporadas con sus más y sus menos, de éxitos y fracasos, el problema principal radica en que este equipo ya no ilusiona ni cuando empieza una nueva etapa. Y esta temporada se juega la permanencia en primera, aunque el cuerpo técnico esté intentando convencer a la hinchada que se van a llevar todos los títulos de liga.
Lamentablemente tampoco podemos sentir los colores pensando en los éxitos del pasado, pues la camiseta ha ido destiñéndose con el paso de los años, años en que no la hemos cuidado como debíamos. Y hemos seguido jugando de cualquier manera, sin lavarla, sin ir renovándola de vez en cuando, y al final en nada se parece a la de aquellos años.
En fin, si hay que seguir jugando, aunque sea en categorías inferiores, seguro que hay más opciones para seguir haciéndolo, y quizá disfrutemos más en los partidos de calle, con más juego y menos ceremonia, que al fin y al cabo de eso se trata.
Ah... y estos argumentos también sirven para el fútbol ;)
Salud company
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