dimarts, 30 de juny del 2009

Cometimos un error

En política es muy fácil cometer errores, sobretodo cuando eres nuevo en algunos campos, como por ejemplo gobernar. Lo difícil es reconocer esos errores y, sobretodo reconocerlos y rectificarlos.

Esto último es lo que no sucede casi nunca en el campo de la política. Hay muy pocos políticos que reconozcan un error o, en su caso, una solución que les pueda aportar otro u otros. En la política local tenemos numerosos ejemplos de esto último. Se cometen errores, no se reconocen, no se corrigen y no se aceptan sugerencias y/o propuestas de otros.

Bien. En nuestro caso cometimos un error y hay quien se empeña en recordarnoslo cada vez que asumimos que nos equivocamos. ¡¡Que absurdo!! Si ya he reconocido que me he equivocado y rectifico. ¿Por qué alguien se empeña en recordarme mi error? La respuesta es fácil. Simplemente, porque ese alguien no quiere reconocer que también es su error y lanza calumnias sobre el otro para evitar abordar el problema de fondo: el error y su solución.

Pues acabemos con esto. Como decía, cuando uno es nuevo en ciertos avatares pues puede cometer errores y eso nos pasó. Cuando vimos el resultado de las pasadas elecciones municipales, éramos muy conscientes que estábamos ante una pequeña encrucijada. El PSC había obtenido mayoría absoluta y no nos necesitaba, aritméticamente hablando, para gobernar. Pero por otra parte, nadie hubiera entendido que ambas formaciones, que habíamos gobernado juntos en los últimos 8 años, no continuáramos esta vez.

Sabíamos que iba a ser muy difícil, ya que conocemos como gobierna el PSC en mayoría, pero antepusimos el intentar tirar para adelante determinados aspectos del programa y un proyecto de ciudad, a ciertas reticencias. Dimos, lo que se suele decir, un voto de confianza a que esta nueva generación del PSC haría las cosas de otra manera. Que equivocados estábamos.

Nuestro error llegó pronto. Las negociaciones fueron muy duras y estuvieron a punto de romperse en varias ocasiones, pero finalmente se llegó a un acuerdo que recogía diferentes aspectos programáticos a desarrollar, la delegación de las diferentes concejalías y tres cargos con dedicación completa para el PSC (donde no tuvimos mucho que decir).

Una vez cerrado el acuerdo, solo faltaba llegar a pleno y votar la investidura del señor Rísquez. Todo tranquilo y preparado para que la cosa fuese como la seda. Pero, ¡¡oh sorpresa!! A petición del PSC mantuvimos, un par o tres de días antes del pleno, una reunión en el local de EUiA, donde se nos informó que iban a nombrar un asesor de alcaldía que debía coordinar y ayudar en todas las tareas de los concejales y ayudar a mejorar el funcionamiento del ayuntamiento. Mostramos nuestras reticencias y manifestamos nuestro malestar por no haber discutido este tema en el transcurso de la negociación del pacto y que fuese tan prematuro. Se nos dijo que es que estaban esperando a conocer si el Alcalde iba a ser Presidente del Consell Comarcal o no. Finalmente nos emplazamos a darnos una respuesta antes del pleno.

Evidentemente nuestro enfado y descontento era muy grande y puso en cuestión todo cuanto habíamos negociado en esos días previos. Pero la guinda llegó el día antes del pleno.

Nosotros estábamos todavía valorando que hacer ya que esto nos parecía impropio de quien quiere cogobernar con alguien, cuando el día antes del pleno recibimos una llamada de un portavoz socialista preguntándonos por nuestra posición. Volvimos a manifestar nuestra reticencia y la posibilidad que no apoyáramos dicho nombramiento. La respuesta, en nombre del alcalde según dicho portavoz, fue algo que ya habíamos escuchado antes y que luego se convirtió en un recurso habitual “si no apoyáis esto ateneos a las consecuencias”.

Esta amable sugerencia nos acabó de encender aun más y propició que durante la tarde de antes del pleno y la mañana siguiente estuviéramos dispuestos a no apoyar al señor Rísquez como alcalde y mantenernos en la oposición. Volvían las viejas formas del partido socialista...

Después de pensarlo mucho y de valorar todos los escenarios, nuestras ganas de intentar mejorar el pueblo de la Llagosta, de poder aportar nuestro granito de arena en desarrollar un proyecto de ciudad y nuestra responsabilidad para con aquellos y aquellas que el 27 de mayo decidieron apostar por las formaciones de izquierdas de la Llagosta hizo que nos decantáramos por asumir la imposición socialista y darle nuestro apoyo al señor Rísquez. Y he aquí nuestro error.

Nunca debimos aceptar la imposición del asesor de alcaldía, si bien en algún momento consideramos que si podía ayudar. Los hechos, los testarudos hechos, nos han ido demostrando que no ha sido así. Que la figura del “asesor” no era más que un nuevo cargo político del PSC que ni tan solo respetaba la proporcionalidad de los resultados, ni la buena voluntad de alguien que quiere cogobernar. Nunca debimos ceder ante una sugerencia que tenía otro trasfondo.

Ese fue nuestro error. Nuestras ganas de hacer algo por la Llagosta y de no defraudar a la gente que nos había dado su apoyo y a la lectura de que la voluntad popular había reflejado en las urnas una mayoría de izquierdas nos cegó frente a determinadas imposiciones.

Este hecho lo hemos ido arrastrando durante estos dos años de legislatura, estando en el gobierno municipal hasta nuestra expulsión y, todavía hoy, en la oposición el portavoz del PSC nos lo recuerda en los plenos: “¿Vosotros votasteis a favor y ahora pedís lo contrario?”

Pues sí. Rectificamos, que como decía antes, es poco habitual. Pero como dice el dicho: rectificar es de sabios.

diumenge, 21 de juny del 2009

Viva la UTOPIA!!!

Después de unos días de inactividad en el bloc, debido a las intensas celebraciones por la exitosa temporada del Barça y envueto en días de mucho trabajo por la negociación del convenio en mi empresa, defendiendo los derechos de los trabajadores y trabajadores, defendiendo lo público frente a mal llamados dirigentes de izquierdas que quieren recortar y privatizar, configurando el sector público cual empresa privada.

Para todos ellos y para vosotros comparto este pequeño vídeo de la Utopía que se esta llevando a cabo en Marinaleda (Sevilla). Hace un tiempo tuve la ocasión de estar allí de visita y me fascinó. Pero sobretodo me dió energias para seguir luchando y seguir creyendo que la UTOPIA ES POSIBLE.